Primeramente la tarea consistió en encontrar unos colgadores metálicos, de aspecto antiguo, de un diseño común sin nada de especial, pero pensando en unificarlos en una base de madera para conformar una sola pieza y finalmente anclarla a la pared.
El siguiente paso fue buscar una tabla de madera reciclada de un palé.

Seguidamente procedí al pulido de la madera con una lijadora y al mismo tiempo eliminando las astillas, pero conservando su aspecto rústico al máximo con los agujeros originales de clavos y diferentes imperfecciones.

A continuacion con una máquina multiusos Dremel, procedí a cortar la madera a la medida correspondiente pero acentuando aún más su aspecto desgastado, acorde con el diseño de los colgadores.

El resultado finalmente es este,

Los colgadores parece que hayan estado siempre en esta madera. El resultado final me encanta.
Espero que os haya gustado
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