La mesa que voy a transformar es de madera de pino maciza y barnizada en su totalidad con poliuretano brillante. Debido al uso y paso del tiempo no se distingue con claridad el veteado, característico de este material. Se ha uniformizado y el color general no deja ver las vetas que son realmente muy bonitas. No obstante la mesa se conserva en un buen estado general, con unos pequeños golpes toques en el sobre debido al uso, pero no por ello ha perdido valor funcional.
Desmonto el conjunto para poder trabajar independientemente el sobre horizontal de la parte inferior de la mesa, que conforma el armazón de soporte con las patas, para de este modo poder trabajar con más comodidad.
Elimino el barniz, para poder realizar mejor la idea pensada para la nueva imagen de la mesa. Una vez concluida esta primera parte, le doy una capa de imprimación previa a la aplicación de pintura de color blanco en todo el conjunto inferior del mueble.
El sobre no lo he pintado sino que lo he trabajado con cera transparente para así realzar su propia naturaleza.
El resultado final
A continuación el antes y el después. Observad que el entorno también ha cambiado y esto hace que resalte mucho más. Falta añadir algún detalle que publicaré dentro de unos días.
Se ha transformando este rincón en un lugar acogedor,
Como podeis ver este es el resultado final.
Hasta otra.
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