Primer día en Shanghai. Nos hemos levantado sobre las nueve de la mañana y ya Eduardo y Andrea nos tienen preparado un copioso desayuno europeo con jamón dulce, café con leche o Cola Cao, mantequilla, pan francés, fruta…… bueno que no faltaba de nada.
En el transcurso del desayuno nos han aconsejado sobre como movernos por esta gran ciudad. Una de sus múltiples peculiaridades es que las aceras se comparten entre peatones, bicicletas y motos (la mayoría eléctricas y absolutamente silenciosas). No hay ningún respeto hacia el peatón y simplemente van pidiendo paso tocando el claxon continuamente para avisar que ellos están detrás y que te apartes. Lo mismo ocurre cuando has de atravesar una calle aunque sea por un paso cebra en que no respetan prioridad de los peatones ni motos ni vehículos. Has de cruzar sin dudar pues de otra manera los conductores no calculan bien tu trayectoria y por tanto hay peligro de atropello. Sin embargo, nadie se enfada por realizar tantas infracciones puesto que forma parte de su caótica conducta habitual. A pesar de ser la ciudad más europeizada de China, circulan sin casco, van tres en una moto aunque sean menores….etc. etc.
Para ir a los servicios has de buscar letreros que indican por donde están. Son públicos, muy numerosos y siempre gratuitos puesto que en bares y restaurantes lo mas normal es que no tengan toilets o en todo caso sean compartidos. También los hay en todos los centros comerciales
Nuestros hijos nos ha regalado como presente de bienvenida un kid de «supervivencia»: Llaves de casa, tarjeta de metro recargada, APP Explore Shanghai de lineas de metro (a descargar de un pen drive), APP OsmAnd+ que es un excelente mapa de ciudades con GPS, un librito llamado Linkes con un pequeño vocabulario chino-español, mascarillas ajustables anti contaminación 3M (muy importante para pequeñas partículas), tarjeta de supermercado Día, tarjeta del Banco Chino ICBC, tarjeta IKEA Family, Tarjeta regalo (abono de masajes) así como diversos folletos informativos sobre Arquitectura, Museos, etc. No falta de nada han pensado en todo
Hemos decidido dirigirnos rumbo al distrito de Pudong paseando sin prisas hasta una parada de metro y así vamos tomando contacto y viendo como es esta ciudad, pero eso si, bien protegidos con nuestras mascarillas, puesto que aunque hace muy buen día casi siempre hay contaminación elevada de partículas (que se puede ir consultando en el móvil con la app «Aire ICA»).
De momento gran contraste: casas antiguas con ropa tendida frente a una gran avenida con rascacielos y oficinas de lujo.
Nos llamó mucho la atención su costumbre de tender la ropa para airearla en plena calle. No importa si lugar es céntrico. La calle es pública y por consiguiente también forma parte de su propiedad y por tanto la utilizan para sus necesidades. Algunos van en pijama por la calle para cualquier actividad como tomar un café, o jugar al Mahjong.
Hay muchísimas tiendas de grandes firmas y diseñadores occidentales fundamentalmente norteamericanos o europeos. Me llamó poderosamente la atención un bellísimo edificio situado en la Concesión Francesa, de la firma Hermés, perfectamente restaurado y con maravillosos escaparates de la firma Hermés.
Hay tantas cosas por descubrir que sin darnos cuenta el paseo es de horas y horas. La aplicación del móvil S Health nos dice que hemos andado ya muchos kilómetros y finalmente hemos decidido estrenar nuestras tarjetas de metro para tomarlo en la estación de South Shaanxi Road.
Nuestra próxima experiencia será movernos por dentro del metro y orientarnos para llegar a nuestro destino previsto en este primer paseo, que es el archiconocido distrito financiero de Pudong.
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