He tardado algunos días en poneros algo nuevo pero todo tiene una explicación: he estado realizando un nuevo proyecto de restauración, bonito pero comprometido y por ello he tenido que documentarme mucho, puesto que debía recibir un tratamiento, como iréis viendo, de una forma y técnica muy distinta a lo que hasta ahora había realizando. Lo podréis ver paso a paso.
Se trata de un escritorio-librería al que llamaré Rosalía, puesto que gracias a ella y a su marido, este precioso mueble ha tenido una segunda oportunidad en La casa del gat blanc. Es un mueble que data del año 1953, de estilo contemporáneo, diseñado y fabricado por Heywood Wakefield en Massachusetts, EE.UU. Construido con madera de abedul, se caracteriza por su beteado natural con tonalidades de color trigo y utilización de formas suaves, sencillas y delicadas que le confieren gran armonía
Ha sido laborioso, con muchas horas de dedicación, pero finalmente os puedo hacer la presentación. Espero que os guste
Su llegada fue un tanto precipitada, puesto que no tenia ni idea de que ese día entraría en URGENCIAS en La Casa del Gat Blanc. Su estado no era crítico pero el aspecto externo no era nada bueno. No presentaba roturas aparentes ni tenia carcoma, pero su superficie estaba sucia, muy sucia, con manchas de tinta, cercos de humedad, pequeños arañazos y algún que otro golpe.
El planteamiento fue: ¿Y ahora que hago?. Seguí un tratamiento lógico, me documenté y leí. Lo primero que utilicé fué limón. Si, si, limón para poder eliminar las manchas de tinta sin erosionar ni dañar el mueble. Utilicé un tratamiento con elementos y técnicas lo mas natural y económicas posible
Posteriormente, para blanquear la madera y antes de lijar, procedí a aplicar agua oxigenada con un trapo .
Una vez seca la madera, pasé la lija del número 80 y seguidamente la lija número 220 para afinar y dejar un pulido sedoso al tacto.
Manos a la obra: desmontar los tiradores de los cajones, las bisagras de la puerta del escritorio y los estantes es lo indicado para realizar un trabajo mas cómodo.
La diferencia del antes y el después del lijado es obvia.
La parte superior no tiene nada que ver al estado inicial.
Ahora es cuando viene la gran duda: ¿con que producto lo. acabo y que tipo de barniz le pongo?. Me puse en contacto con los fabricantes en EE.UU y finalmente me aconsejaron un barniz de color trigo, pero que, aunque realmente el acabado original del mueble es con ese barniz, no me gustó.
Y lo siguiente que percibí, después de horas y horas de lijar y de sentir la superficie con el tacto como una piel, que la madera necesitaba una hidratación y valoré que no había nada mejor que el aceite o una cera natural. Así podría resaltar las betas tan bonitas que tiene esta madera de abedul.
Y cuanta cera pedía!. Una, dos y hasta tres manos, hasta que finalmente ya no absorbia y con la muñequilla empecé a frotar para que penetrara y saliera el brillo natural.
Poco a poco se va viendo el resultado.
Ya casi está.
Bonito no?. Finalmente nos lo hemos quedado ocupando un lugar adecuado en mi casa.
Aunque aparenta ser un mueble nuevo, tiene pequeñas imperfecciones que no he querido borrar para que no pierda su identidad.
Nos vemos en el siguiente post
5 Comments
Alicia
18 octubre, 2016 4:27 pmMuy acertada la elección de la cera para terminación. Ese mueble ganó en presencia, el barniz lo avejentaba, me parece. Me quedo visitando tu blog, que recién conozco, y te dejo un gran saludo.
Marjorie
13 agosto, 2014 12:12 pmEste estilo de muebles es atemporal. Gran hallazgo y adecuada restauración. M.
Raquel
26 mayo, 2014 9:04 pmExperta. ..jijiji
Raquel
26 mayo, 2014 9:03 pmQue chulo, a quedado muy bonito….yo quiero uno….eres una esperta….felicitats. Petons.
Rakel.
Raquel
25 mayo, 2014 9:02 pmHola Montse a ver si pones alguna foto del mueble Rosalía pronto….tengo curiosidad de ver como queda. Petons..
Rakel.
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